Día De Los Trabajadores
Ocho menos cuarto de la mañana. Como todos los días laborables, más o menos a la misma hora, salgo de casa para ir al trabajo. Últimamente, dadas las circunstancias, andando.
Ocho menos cuarto de la mañana. Como todos los días laborables, más o menos a la misma hora, salgo de casa para ir al trabajo. Últimamente, dadas las circunstancias, andando.
He viajado en el tiempo y en el espacio. Me he trasladado al pasado y al futuro. He conocido otras culturas, otros campos, otras ciudades. Me he enamorado de una persona que ha hecho que la Humanidad merezca la alegría de conocerla, vivirla, disfrutarla. He sentido indignación con determinadas acciones egoístas. He tenido aventuras y desventuras. He reído y he llorado. He vivido. Pero, sobre todo, he disfrutado. Todo esto y mucho más, trazado con líneas negras que forman letras, sobre el blanco de varias hojas, debidamente ordenadas y encuadernadas para formar UN LIBRO. Pero, un libro es mucho más que eso, UN LIBRO esconde el alma de una persona, el escritor, mi amigo.
Aún recuerdo el sonido de las puertas del colegio al cerrarse, se me saltaron las lágrimas e interiormente dije “hasta pronto”. Nos acababan de anunciar que debíamos “cerrar” el Centro, e irnos a casa.